Trabajadores volverán a insistir en proyecto de ley de comercialización de combustibles

En 2014 se logró gestar el “Encuentro Multisectorial”, en Capital Federal, donde el gremio y las cámaras empresarias del sector presentaron en sociedad el proyecto de ley que propone regular la venta minorista de naftas y gasoil a los fines de frenar la integración vertical de la actividad y así defender a las pequeñas y medianas empresas.

En su momento, los referentes del rubro coincidieron en esperar para introducirlo en el recinto, considerando que ya no había tiempo para el tratamiento legislativo y no valía la pena perder un año de estado parlamentario. Así las cosas, en marzo desembarcó a través de Darío Giustozzi y otros legisladores del Frente Renovador, pero habiendo transcurrido gran parte del período, no logró ser siquiera discutido en las comisiones.

En estas condiciones, Andrés Doña, Secretario Gremial de la Federación de Obreros y Empleados de Estaciones de Servicio (FOESGRA) plantea introducir cambios en la propuesta: “se está viendo la posibilidad de ubicar un porcentaje fijo a la cantidad de estaciones que pueden tener las petroleras”.

A priori, aclara que el 15 por ciento, como se planteó en algún momento por parte de los referentes del sector, “es una barbaridad”. De hecho, transformar en ley esta cifra no haría más que permitir a los proveedores avanzar en el negocio, ya que en promedio actualmente manejan un 12 por ciento de bocas propias. “Lo que más importa es el volumen”, sostiene Doña.

Otro punto que se planteó revisar tiene que ver con la autorización de las refinerías a entregar combustible directamente al agro y las empresas de transporte: “nosotros lo que queremos es que vuelva a ser el estacionero el que tenga la prioridad. Si bien no alcanza hoy para abastecer a todo el mercado, tampoco es justo que la vea pasar”.

Estos ajustes a la normativa fueron a pedido de los diputados del candidato a presidente Sergio Massa. “Queremos que tenga más posibilidades su aprobación”, explica Doña. En gran medida, dependerá de cómo queden las relaciones de fuerza luego de las elecciones de octubre, que avizoran a un oficialismo con grandes chances de ganar en primera vuelta.