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El Ingeniero Héctor Bustos, experto en Seguridad e Higiene del sector de expendedoras de combustibles, analizó una insólita situación en la cual, un automovilista que cargó combustible por motu proprio en su vehículo y olvidó terminar el proceso, destruyó el surtidor e incendió el establecimiento.
“Queda demostrado con estas imágenes que la intención de avanzar en la Argentina con la modalidad de autoservicio de naftas, dejando la responsabilidad de la acción al ciudadano común, es realmente peligroso para la vida humana y el medioambiente”, dijo el Gerente General de HSE S.A.
Al respecto, el analista de temas ambientales referidos al expendio de hidrocarburos, alertó que “no solamente insume un riesgo innecesario implementar este sistema, sino que económicamente tampoco es beneficioso para el empresario”.
Justificó sus dichos en que “desde el momento que no participa en el despacho una persona responsable, con todo el marco legal que lo avala, el seguro será muchísimo más costoso que el mantenimiento de un sueldo de empleado, entre otros temas”.
Agregó que para que se minimicen los riesgos, se debería también poner carteles bien visibles y claros con todas las instrucciones de uso del surtidor, perfectamente detallado, pero aun así, “nada asegura al dueño de la expendedora que el cliente preste la atención necesaria que requiere una acción de tal magnitud”, advirtió Bustos.
Al comparar la población argentina con la de los Estados Unidos, país donde abundan los surtidores sin playeros, destacó que se trata de otra cultura y de una idiosincrasia diferente, que en la Argentina llevará no menos de 20 años de acostumbramiento, por lo cual, el tema a debatir es qué hacer en el “mientras tanto”.
Bustos aventuró que con la mentalidad del consumidor nacional, el autoservicio no va a tener buen futuro porque a su entender, “el automovilista piensa que es más práctico y cómodo que un empleado le preste el servicio, pague y siga su camino, en lugar de tener que hacer un trabajo extra, que le va a implicar además de todo, tener que acudir a lavarse las manos por una cuestión de prevención”, puntualizó.
Consideró finalmente que “si el cliente no le ve una ventaja concreta a tener que ser él mismo quien cargue su combustible, como ser un descuento importante respecto de la carga tradicional, no veo que esto tenga éxito”.
Esto sucede también con playeros, porque el que el cliente se vaya sin que el playero desconecte la manguera no depende de quien carga el combustible sino de quien maneja el auto.
Esto solo prueba que como seres humanos, se distraen y equivocan; es mas, esto debería ser motivo para el autoservicio, ya que al ser una sola persona la que hace toda la operación hay menos probabilidades de error por comunicación, y si ese único responsable es el dueño del vehículo, aun mejor.
Es obvio que nadie esta exento de cometer errores, pero se minimiza el mismo cuando el operador esta capacitado, de eso se trata la higiene y seguridad, de minimizar la probabilidad de que ocurran accidentes.
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