Con la válvula no pasaba: Se fue con la manguera puesta y prendió fuego al surtidor

Un accidente, de los más comunes que suceden en las estaciones de servicio, podría haber causado una tragedia. Sólo el destino operó para ello no suceda, aunque podría haberse evitado si el surtidor hubiera estado previsto de una válvula de corte denominada Breakaway.

El hecho ocurrió en Rusia, cuando una conductora se retiró de la playa sin advertir que la manguera aun estaba colocada en el vehículo. Al arrancar, la goma se tensó de tal manera que provocó el desplazamiento del surtidor y el posterior incendio del mismo.

Afortunadamente el fuego no tomó las cañerías que conducen el combustible al tanque. Fue sofocado de inmediato por el personal de la boca de expendio que actuó con celeridad impidiendo que la situación derive en una catástrofe.

Lo sucedido hubiera merecido otro final si el surtidor hubiera estado dotado de una válvula cortafuegos, diseñada para ser instalada en mangueras de suministro de combustible y que se separarán cuando son sometidas a un fuerte tirón. La válvula de doble asiento corta automáticamente, limitando cualquier derrame y protegiendo al equipo.

El dispositivo es obligatorio en otros países, aunque no en el nuestro. Se utiliza especialmente en aquellos con modalidad de carga autoservicio, de manera de proteger a los automovilistas que ante el desconocimiento o impericia pueden provocar escenarios de este tipo.

La legislación local solo establece algunas disposiciones referidas al suministro de combustible al usuario. Por ejemplo, el Decreto 2407/83 especifica que una vez terminado el despacho se repondrá la tapa del tanque y se colgará la manguera en su lugar, cuidando no quede enganchada en algún saliente del vehículo. Recién entonces se estará en condiciones de poner en marcha el motor. 

Asimismo dispone que en los automotores que posean boca de carga en la cabina del conductor o de pasajeros, antes de proceder al suministro de combustible y en previsión de cualquier emergencia, deberá hacerse descender a sus ocupantes, mientras que en el caso de las motos no deberá permitirse la presencia de personas sobre dichos vehículos.