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La actividad de las estaciones de servicio comprende el comercio minorista de combustibles líquidos (nafta, gasoil, kerosén y otros) y gaseosos (gas natural comprimido – GNC) al público general. Es en realidad la última etapa de una serie de operaciones desde la extracción del petróleo crudo y transporte a las refinerías, hasta el paso por las terminales de almacenamiento para finalmente abastecer a las bocas de expendio.
Además del expendio de combustibles como actividad principal, las estaciones suelen incluir como servicios anexos lubricentros, lavaderos, gomería y minimercado. A continuación se realiza una breve descripción de los distintos impactos ambientales ocasionados por esta actividad:
Efluentes gaseosos. Se trata de emisiones de compuestos orgánicos volátiles por la evaporación de hidrocarburos. Se producen en las operaciones de llenado de tanques subterráneos desde los camiones cisterna y en pérdidas en los automóviles durante la carga desde los surtidores. En las estaciones de servicio de GNC, las emisiones gaseosas provienen de alivios de gas por sobrepresión o en incidentes.
Efluentes líquidos. Se generan en las actividades de expendio de combustibles líquidos (lavado de pisos, derrames de combustibles, agua de lluvia) y en el lavado de automóviles.
Residuos sólidos. Durante las operaciones normales, las estaciones de servicio generan residuos sólidos considerados especiales por la legislación provincial (Ley 11.720), además de residuos asimilables a domiciliarios o no especiales.
Ruidos molestos al vecindario. Los ruidos molestos provienen principalmente de los compresores de las GNC. Otras fuentes generadoras son el movimiento vehicular y los lavaderos automáticos de automóviles.
Riesgo de fugas. Uno de los aspectos ambientales más relevantes lo conforma el riesgo de contaminación del agua subterránea por fugas en los tanques o cañerías enterradas. Para ello, las estaciones de servicio deben realizar pruebas de hermeticidad de los tanques y protegerlos de la corrosión. Además, existen diversas tecnologías para detectar las fugas de manera temprana y poder controlarlas. El objetivo es evitar que el combustible almacenado pueda contaminar el suelo y las napas. La contaminación por fugas puede manifestarse en las extracciones de agua desde pozos vecinos a las estaciones de servicio, o bien desde instalaciones bajo nivel, como sótanos, subsuelos o estaciones de trenes subterráneos. En estos recintos, los gases de hidrocarburos pueden formar una mezcla explosiva con el oxigeno presente en el ambiente o pueden causar diversos trastornos a las personas por inhalación.
Congestionamiento vehicular. La actividad propia de estos establecimientos genera un impacto en el tránsito y un riesgo para los peatones en las operaciones de entrada / salida de vehículos, tanto los automóviles (clientes) como los camiones cisterna (proveedores de combustibles). Los problemas se magnifican si los diseños constructivos no prevén simplificación de las maniobras en playa, lugar para estacionamiento adecuado de los camiones cisterna durante la descarga y una vía de circulación apta para el tránsito pesado.
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