¿Qué sucederá con el consumo de combustibles este año?

La desregulación del mercado energético propuesta por la gestión del presidente Javier Milei, impactó de lleno en los precios de los combustibles. Los cambios, si bien incipientes, marcaron su impronta en la demanda según refieren los empresarios de Estaciones de Servicio, con caídas de hasta el 20 por ciento en los primeros días del año.

Para saber que podría suceder con el consumo durante 2024, localhost/surtidores dialogó con tres especialistas y a la vez exfuncionarios, quienes aportaron su visión respecto a este tema.

Nicolás Gadano es economista y fue gerente General del Banco Central de la República Argentina. Sostiene que el consumo de combustibles va a estar afectado por varias cuestiones. “Una es qué en general, del lado de los ingresos reales de la población, para la parte de vehículos privados, especialmente en este primer trimestre, el salario real va a caer y probablemente suba un poco el desempleo, entonces es un escenario en el que desde el lado de la demanda va a haber un poco más de debilidad”, afirma.

La caída de la demanda y el mantenimiento de cupos generan incertidumbre entre los estacioneros

La estampida alcista de los precios de los combustibles, se avizora en un futuro cercano como un principio de solución para el problema de la balanza de rentabilidad de las Estaciones de Servicio, sin embargo, el primer shock de la liberación del mercado, impactó negativamente en los surtidores.

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Si bien reconoce que el campo va a generar mayor movimiento porque va a haber mejor cosecha y puede compensar las ventas de gasoil, “en el resto, como el transporte y las actividades productivas a nivel horizontal, se proyecta una caída del PIB importante, entonces eso también afectaría”, agrega.

“El tercer punto son los precios”, enfatiza Gadano y explica: “además de la inflación general, el objetivo del gobierno, que ya lo empezó a hacer y que yo creo que es razonable, es poner los precios en los niveles correctos, de equilibrio y competitivos, en un sector que está exportando crudo. Si esa política se sostiene -excluyendo la cuestión del campo-, en el resto de las variables son todos shocks que apuntan a afectar negativamente a la venta de combustibles”.

A su turno, Daniel Montamat, exsecretario de Energía de la Nación, expresa que a partir de ahora  los precios internos van a reflejar las referencias internacionales. “Salvo que el dólar oficial se vuelva a retrasar mucho tiempo, que no creo, y teniendo en cuenta que vamos a un año recesivo, donde dependemos más de la exportación y posibles inversiones y que el consumo interno va a caer, todo esto va a afectar la demanda de nafta, no tanto la de gasoil por el fuerte componente agropecuario”, señala.

Sin embargo, evalúa que si la inflación después de algunos meses empieza a caer, “va a tener un efecto reactivante y va a motorizar también la posibilidad de reacomodamientos en los salarios que están retrasados y ahí puede que empiece la recuperación tanto del consumo en general como de combustibles en particular”, apunta.

Capacitación: ¿Cuánto tiempo puede aguantar la nafta y el gasoil almacenados en el tanque de una Estación de Servicio?

La retracción del consumo de combustibles plantea algunos interrogantes ya olvidados, como ser el mantenimiento de la infraestructura para garantizar la calidad de los productos. Especialistas sugieren medidas preventivas.

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José Luis Sureda, exsecretario de Hidrocarburos de la Nación, por su parte, opina que “este es el proceso esperable en un mercado de libre competencia”. En este sentido, considera que la respuesta la tiene la oferta: “el que no se adapte sufrirá o desaparecerá”, advierte.

Asimismo destaca que el GNC intentará ganar participación de mercado y, otra vez, la respuesta la tendrá la cadena de valor de los combustibles líquidos. “Siendo el mercado libre, el productor de petróleo tiene que tomar una decisión entre bajar el precio al mercado interno o exportar. Así el export parity será la nueva señal de pecios pero la demanda validará o no dicho valor” expresa.

Sureda observa que en este contexto, esta especie de proceso circular sugiere que las formas tradicionales de relacionarse entre las Estaciones de Servicio con las refinadoras deben ser revisadas y adaptadas al nuevo ambiente de negocios.

“Tarde o temprano esto deberá ocurrir, las Estaciones de Servicio necesitan más margen de maniobra para poder ser exitosas, lo que redunda en beneficio para las refinadoras, así que hay un asinergia que saldrá a relucir”, concluye.