Trabajadores de Estaciones de Servicio advierten que rechazarán cualquier intento de flexibilización laboral

En busca de una solución a los problemas que aquejan a los propios empresarios de las Estaciones de Servicio, relacionados con los altos costos y la baja a la rentabilidad, el gremio de trabajadores perteneciente a CATHEDA, insiste en ser recibido por el ministro de Economía, Sergio Massa.

Durante el Congreso que reunió a varios sindicatos del transporte y la energía, el secretario General de la Federación del Interior de Trabajadores de Estaciones de Servicio, Garages, Playas, Lubricentros y Agroservicios, Miguel Cacho García, destacó a localhost/surtidores que “la difícil situación que atraviesan las bocas de expendio no se soluciona quitando a sus trabajadores los derechos adquiridos”.

Por el contrario, aseguró que “son los Convenios Colectivos de Trabajo los que regulan la propia actividad laboral, y cualquier modificación debería llevarse a cabo en el marco de un diálogo, debate y negociación legal, en lugar de ser impuesto de manera arbitraria y unilateral“.

En este sentido, el líder de FITESGRA espera una respuesta por parte del gobierno, ya que considera que los salarios de los empleados de la actividad se encuentran por debajo de los índices reales de inflación.

García explicó que la crisis de los empresarios se traduce en un contexto salarial que impacta negativamente en más de 50 mil trabajadores de las expendedoras de combustibles. Su poder adquisitivo se ve erosionado debido a la inflación imparable y al escaso margen de ganancia de las pequeñas y medianas empresas del rubro de los combustibles.

“Lamentablemente, los salarios de los empleados son bajos debido a la escasa bonificación que reciben los estacioneros por cada despacho de naftas o gasoil”, se lamentó García, quien instó a Massa a revisar esta situación.

Vale destacar que en el documento final emitido por el Congreso de la CATHEDA, quedó plasmado que hay candidatos y referentes políticos que según los sindicalistas, “una vez más, intentan culpar a la clase trabajadora del desastre económico, siendo justamente los trabajadores y las trabajadoras quienes más sufren las consecuencias de los desaciertos”

Por ello asestaron que las reformas carentes de legalidad y legitimidad, no serán aceptadas ni toleradas, y no tendrán validez para al movimiento obrero.