Se flexibilizaron los protocolos anticovid pero las Estaciones de Servicio recomiendan seguir aplicándolos

Los especialistas en seguridad e higiene que asesoran al sector estacionero analizaron las flexibilizaciones que se llevan adelante tras la salida de la crisis sanitaria que causara el Coronavirus y afectara a toda la sociedad, para aconsejar las mejores acciones a tener en cuenta, ante el posible rebrote de casos de contagios relacionados con la época invernal.

En la mayoría del país, cada secretaría o ministerio de salud local comenzó a emitir resoluciones en las cuales se exime al ciudadano de la obligatoriedad del uso de barbijo en espacios cerrados pero con suficiente ventilación cruzada.

Al respecto, Mariano Sobrero que asesora a los empresarios de Estaciones de Servicio en temas de cuidado de la salud y el medioambiente laboral, aconsejó en diálogo con localhost/surtidores que “cuando dicho espacio carezca de adecuada ventilación, sean compartidos o de ingreso público, se recomienda el uso del tapaboca”.

Consideró a su entender, que en el área de playa los operarios de pueden quedar desobligados de usar barbijo, aunque admitió que prefiere mantener su uso.

En cambio en los sectores de minimercado y administración, dependiendo de las instalaciones de cada una de las Estaciones de Servicio, de las condiciones climáticas que permitan o no tener puertas y ventanas abiertas y por ende una buena ventilación y de la afluencia de clientes, opinó que será conveniente que el personal utilice la debida protección.

Aclaró no obstante, que si en algún establecimiento se define como política interna de la empresa, continuar usando el barbijo en todos los puestos de trabajo en forma permanente, nada impide cumplir la directiva.

De la misma manera se expresó respecto de las costumbres de higiene personal, como el lavado de manos, utilización de guantes y administración de alcohol en gel, de acuerdo a cada práctica empresarial y del equipo de trabajo particular.

Dijo finalmente que en las resoluciones, se modificó el concepto escrito de “obligatorio” por “recomendado”, aunque advirtió que “el hecho de relajarse socialmente, no deja eximidos a los trabajadores de seguir cumpliendo los protocolos para mantener los cuidados que esas prácticas conllevan”, sentenció Sobrero.