Reclaman que el COVID sea declarado enfermedad profesional para los empleados de Estaciones de Servicio

Teniendo en cuenta que el rubro de las Estaciones de Servicio no fue exceptuado de atender al público en ningún momento desde el primer día de declararse la pandemia de Coronavirus y sus empleados debieron cumplir con sus tareas, el abogado laboralista propuso enmarcar al COVID como enfermedad profesional.

“Desde el día que comenzó esta crisis sanitaria, se viene analizando la necesidad de que se incorpore al COVID dentro del listado de enfermedades profesionales y hoy más que nunca, considerando las aperturas paulatinas, vemos que hay miles de trabajadores que se han contagiado en sus trabajos o yendo a los mismos”, aseveró el letrado.

Si bien, de acuerdo a los datos oficiales del Ministerio de Trabajo y de las distintas cámaras del sector como también del sindicato, no hubo contagios masivos, ni tampoco, un número excesivo de casos graves entre los trabajadores de las bocas de expendio de combustibles, Desalvio admitió que, el hecho de viajar en el transporte público y tener contacto con los clientes, los pone en riesgo permanente a ellos y a sus familiares directos.

“En el transporte público resulta imposible respetar distancias y cumplir estrictamente los protocolos. El Estado, presionado por las aseguradoras de riesgo del trabajo, ha intentado eludir esta necesidad imperante”, alertó.

Sostuvo que, tras una larga lucha, lejos de incorporar al COVID como enfermedad laboral, el gobierno ha generado “presunciones”, solamente para el personal esencial mediante un “decreto insuficiente” que deja afuera a la mayoría de los trabajadores y que no resulta efectivo para la cobertura de los empleados del combustible.

Según el abogado, “es hora de formular una norma protectora de la salud para todos y todas las personas que día a día salen de sus domicilios hacia sus trabajos, exponiéndose al contagio y los trabajadores de las Estaciones de Servicio deben estar en la primera línea de asistencia“.

Concluyó con el concepto de que “aún se desconocen a ciencia cierta las consecuencias o incapacidades físicas o psíquicas que puede traer aparejada esta enfermedad, por lo que nunca es tarde para tomar un camino que incline la balanza hacia los más débiles“.